miércoles, 19 de junio de 2013

Hace muchos años

Hace muchos años, cuando tenía 8 o 9 mi abuelo me contó una pequeña historia que aún recuerdo.  Un día dos niños (de unos 10 años) estaban jugando en la calle y empezó a nevar, a uno de ellos se le ocurrió deslizarse con plásticos por una pequeña montaña, pasaron los minutos y uno de ellos se impulsó con demasiada fuerza montaña abajo, al no poder frenar término debajo de un coche que pasaba en ese momento. El otro chico al ver que su amigo no le respondía, empezó a gritar y a gritar hasta que al final la gente salió de sus casas. El chico se fue y por el camino le dijo a su madre que él se hubiera cambiado por su amigo.
Mi abuelo fue el chico que vivió, me contó esta pequeña historia y me dijo que él hubiera dado la vida por su amigo, ya que le quería infinito. Le pregunte que era querer infinito, porque nunca me habían explicado el significado de esas dos palabras y mi abuelo me contesto, para mí querer infinito es dar la vida por esa persona. 
Han pasado los años y si me preguntan por el significado voy a decir lo mismo que él me dijo, querer infinito es dar la vida por la persona que quieres. También me dijo que adorar a alguien es más grande que querer.
Hace diez años que murió el hombre de mi vida: Mi Abuelo. 
Y yo todavía le sigo haciendo caso.

Te Adoro y Te Quiero Infinito

lunes, 3 de junio de 2013

Vivir la vida


Ayer día 31 termino casi todo lo malo vivido, termine un tratamiento doloroso pero que merece la pena.

En estos meses he sido muy fuerte, no por mí, he sido fuerte por los que tenía a mi alrededor, por la fuerza y energía que me ha dado la gente que quiero y me siguen dando. Gracias
Ahora es cuando empieza una vida y tengo unas ganas de vivir tremendas, de vivir de la forma que yo elija. 
No voy a negar que he sufrido, he sufrido mucho, pero por suerte he tenido pocos momentos de bajón, han sido pocos pero horribles. 
Al principio me costaba la vida contar lo que me ocurría y algunas amigas lo han podido comprobar, no me derrumbaba al contarlo lo hacia después cuando estaba sola… pero me dolía y hacia un esfuerzo enorme por no llorar. 
Un día me encontraba con una amiga en la calle y alguien que las dos adoramos nos contó una historia muy triste, en ese momento el corazón se me encogió y no tuve respuesta para esa persona. La historia terminaba con un me voy a curar y no estoy jodida. Me llego al alma y en el instante  en que tuve su mano en mi pecho… respire tranquila… me di cuenta que me iba a poner bien, me iba a curar pero tenía que poner de mi parte. NO ESTOY JODIDA ha sido la frase más repetida por mis amigos y por mí en los últimos meses. 
Gracias a los que habéis estado conmigo todos estos meses. Gracias de corazón. Gracias por las risas. Os lo agradeceré toda la vida. 
Gracias